martes, 27 de agosto de 2013 | By: Abril

Primera Carta

 
Amor,
 
veras  empecé a escribir con la idea de hacerte una carta de amor, algo así muy dulce,  romántico y poético, pero ya sabes que esas cosas no se me dan tan bien como pretendo y como vos quisieras…no puedo ordenar mis ideas de una manera coherente cuando se trata de mis sentimientos hacia vos, se me hace difícil…pero quiero intentarlo
Esta carta que te dejare sobre la almohada al salir del cuarto y que encontraras cuando vengas de dejarme del aeropuerto será la primera de las muchas que pienso escribirte mientras estemos lejos…cada una de ellas ira matizada de detalles sobre cómo va mi vida y el trabajo y las cosas nuevas de cada día, pero en esencia todas dirán lo mismo que te diré en esta:
Que me duele mucho dejarte, me duele tener que estar lejos de vos para lograr este sueño de superación personal, pero lo hago no solo por mi, vos lo sabes, me has convencido que es por nosotros, por un futuro mejor cuando volvamos a estar juntos, me ha encantado la forma en que has impulsado mis luchas y me has acompañado en todo el proceso, no sé como agradecerte que me quieras tanto, que me des tanto, me diste el valor de volar aun cuando sabias que me iría lejos de tu abrazo, por eso quiero decirte sin adornos y sin preámbulos que te amo, en el más amplio significado que esas palabras puedan alcanzar, que no me he ido y ya espero volver a tus brazos, a nuestra casa, a nuestras manías y peleas tontas de cada día, que ya te extraño, que prometo volver…así que guárdame calientito mi lado de la cama..no desesperes amor por que me has enseñado que el tiempo es relativo y yo ajuste los relojes de la casa para que vayan más rápido que de costumbre
Amor te dejo esta carta en un sobre perfumado, para que de vez en cuando puedas olerlo y recuerdes como huele mi abrazo..hasta pronto amor..dos años se van volando
 
Con amor..
 
Sandra.
 
PD. No me salió tan mal para ser la primera verdad?
martes, 13 de agosto de 2013 | By: Abril

Como cada noche


En el duermevela, en ese momento, donde lo real se confunde con lo irreal, de mis labios se escapó tu nombre.
¿Será por eso, que volví a soñarte?
Y como cada noche, te vi llegar hasta mí, con esa sonrisa tuya, que tanto me gusta,
y a cada paso tuyo, las mariposas de mi alma, revoloteaban con más fuerza.
Como en cada noche, me tomabas de la mano, acariciabas mi mejilla, y me decías:,
Te amo, vida mía,
¿Me acompañas a vivir?
Y yo, sonreía, te besaba, te hacía bailar, girar, una y otra vez sin parar de mirarme en tus ojos, casi sentía el roce de tus labios y tus dedos acariciando mi pelo.
Y como cada noche, volví a vivir, volví a sentir, y al despertar, el lado vacío de mi cama, me recordó, que soñando también se puede vivir.
Vivir para soñar, soñar para vivir.

(Alicia, Fuente: EsRadio)
lunes, 12 de agosto de 2013 | By: Abril

Carta de ser


Te escribo esta carta sin ningún tipo de pretensión. Es algo que yo necesito que sepas y que creo que también deberías saber tú. Espero que nunca ocurra, pero si algún día todo se tuerce, empiezas a pensar que no vales lo suficiente o alguien te hace daño, espero recuerdes esta carta que tienes ante ti.

Voy a eludir la trampa de los recuerdos, esos que me muestran lo mejor de lo que fuimos, y lanzan a mi cerebro, imágenes de lo que podríamos volver a ser. Me costó tiempo entenderlo, pero nuestro momento ya pasó. A veces pienso que no tuvimos suerte, que simplemente la vida nos cruzó en el momento equivocado. Pero ya nada de eso importa, fuimos y eso es lo que perdura. Por ello insisto en que esta carta no pretende cambiar nada entre nosotros.

"Créeme cuando te digo que ella es diferente, querido amigo, espero que tengas una oportunidad similar en la vida, porque yo nunca he conocido a nadie igual..." estas son las primeras palabras que escribí sobre ti, con el mejor de los amigos cuando intercambiábamos correspondencia. A lo largo de mi vida he conocido a muchas mujeres y he amado a tantas otras. No sabría decirte con qué intensidad y desconozco si realmente te busqué en cada una de ellas. Lo que sé a ciencia cierta es que nada hallé y nunca volví a referirme a nadie en estos términos. Por ello, creo que debes saber que tu forma de ser es inigualable. Te lo digo así, sin artificios, con un lenguaje simple y directo: no he sido capaz de encontrar tu ingenio, tu alegría o tu sentido del humor. Quizá suene a tópico hablar de tu personalidad, pero puedo asegurarte que eres única. Y es que, cualquier aspirante a tus besos construirá un monumento en honor al misterio de tu belleza, un lienzo de tus profundos ojos o una catedral de tu sonrisa. Y no serían palabras vacías, porque verdaderamente eres un compendio de obras de arte. Eres la joya en la que todo el mundo puede ver la perfección, pero nadie dedica tiempo a mirar el universo que se esconde dentro.

Recuerda todo lo que vales, cuando algún mediocre te deje marchar. Cuando sientas que eres menos, vuelve a leer esta carta, y yo, te volveré a contar por qué eres mejor que las demás.

Solo espero que encuentres a alguien que sepa ver en ti, lo que yo hace tantos años pude conocer y que te quiera tanto como yo te pude llegar a querer. Mientras tanto, yo sigo con la carga de encontrar a alguien que me suponga verdaderamente un reto, como lo fuiste tú en aquel febrero olvidado.

(Del blog. "Es amor")
sábado, 10 de agosto de 2013 | By: Abril

Ya nadie escribe cartas de amor...



Son las 4:40 de la madrugada y acabo de fumarme un cigarrillo en la ventana. . . 

Como verás, mantengo la vieja costumbre de fumar en las ventanas. La ventana de la cocina del lugar donde vivo es igual a tu ventana, da a un pozo de aire y està llena de plantas pero aquì no "llueve" en las madrugadas.. (nadie tiene la costumbre de regarlas a esas horas intempestivas)

El entorno que me acompaña junto con mi "habitual" cigarrillo es parecido. También las plantas. . . . . Una vez leì que ellas no tienen una consciencia individual como los humanos, tienen una colectiva, igual que los animales (por eso cada vez que veo un perrito le mando mis mensajes al mío para que se los transmitan) .

...Nunca màs pude dormirme antes de las 4 de la madrugada , no pude quitarme esa costumbre. Aquì pensarán que estoy loca.

A todo esto, te estaràs preguntando a qué se debe este carta. Recièn hoy puedo escribirte, recièn hoy despuès de que pasaron tres meses de aquella noche que me fuì, o que te fuiste. Pero el silencio no iba a ser para siempre, sòlo el tiempo necesario para darte una explicaciòn de còmo pude realmente desaparecer radicalmente de tu vida. Tal vez para tì no sea el dìa ni el momento oportunos para saberlo,  pues es probable que ya no te interese. Esta carta màs que a tì me la debìa a mì.

Hoy quiero que sepas quien fuiste tù para mi, independientemente de lo que yo haya sido para tì. Nadie como tú me ha hecho reir tanto, nadie me ha protegido tanto y se ha procupado por mì como lo hiciste tù. Nadie se ha ocupado por compartir mis penas, mis tristezas, mis problemas...

Y aunque mi vida era una contrariedad tras otra, en el fondo yo sabìa que estabas allì para sostenerme, para inventar ideas o para sorprenderme como aquel dìa que me robaron la cartera y apareciste en mi trabajo con una nueva que dentro tenia las entradas para el teatro.

Pero lo màs importante fuè el afecto, la comprensiòn y el cariño que me diste. Yo sabìa que aunque el mundo se me cayera encima, entre tus brazos nada me podìa  pasar.
 
Todo eso que has hecho por mì te llevò a ocupar un lugar ùnico en mi corazòn y en mi  vida. De hecho, cuando me quedè sin tì, me dì cuenta de que no sòlo ya no te tenìa, sino que tampoco tenìa a nadie màs. Tù lo ocupabas todo y de la noche a la mañana ya no estabas.
 
 
 
viernes, 9 de agosto de 2013 | By: Abril

Contrólate muchacho

 
 
Te escribo esta carta como lo haría un hombre a punto de perderlo todo.

Ya que el invierno se ha quedo sin luna y el verano ha dejado al mar perderse dentro de ese cielo gris, que abunda en nuestra ciudad. Ojalá nuestros pasos fueran invisibles, para que así la vida se olvidase de nosotros y el aire no estuviera lleno de palabras en carne viva. No sé si en mi otra vida, finalmente, encontraré un punto de partida para descubrir que los sentimientos no sólo se comen, sino que también pueden florecer hacia atrás sin dominar al mundo.

Hoy todo es igual en esta ciudad: los carros van despacio y las personas corren, como si hubiera una venta de almas a medio precio. La tv ya no es la misma caja boba de siempre; ahora se ha democratizado y sólo habla con el pulgar en alto, y que ya no puede decir nada más de la radio, porque la música ya es mayor de edad. No es que todo esté perdido. Sólo que dentro estas cuatros paredes, el mundo se divide en pequeñas esquirlas que van saltando hacia mis venas bañadas en silencio.

Ahora mi sangre está llena de sonrisas inigualables y mis ojos son autónomos; pueden ir y vivir donde sea. Sin embargo, mi cuerpo aún depende de todo. Se comporta como un niño, preguntando dónde está su familia o por qué no le dieron aquel dulce que le prometieron después del almuerzo. Todo es fuego que algún día disfrute. Finalmente me fui alejando de cada cosa importante de mi vida, y sobretodo, me alejo de manera infinita de mi propia mente.

Dicen que los recuerdos pueden ser buenos o malos, sin embargo, yo los tengo neutros. No tengo ni izquierda ni derecha, ni norte ni sur. Estoy en medio de todo, caminando hacia la capital "de la nada", en el país del "nunca sabré".

Esta será tal vez mi última canción. Diré, esta será tal vez mi última carta, porque el día lunes se llevarán mis manos, me amarrarán a una nube y la ajustarán sin preguntarme. Pasará el tiempo y me quedaré navegando dentro de ese mar acolchonado, sin ese cielo gris.

Yo te escribí esta carta sabiendo que iba a perderlo todo en algún momento, pero lo que nunca he perdido es esa sonrisa tuya, que pedalea en mi corazón calato.

Todos los domingos son días de Visita. Si puedes tráeme unas manzanas y mandarinas a crispadas.

(Mostro Joao Kolera, del Blog: Cartas de una mostra)

A quien corresponda...



Querido tú:

No sé como decirte que no me gusta esta extraña continuidad, sabes que tengo un serio problema con los finales. Finales en todas las dimensiones en que estos aparezcan; no me gusta terminar de escribir cuentos, no me gusta llegar al final de ellos cuando los leo, no me gusta despedirme de la gente con la que trabajo a fin de año, me aterra el término de los viajes, odio cómo quedan las casas vacías, o los cuartos vacíos cuando te toca despedirte de ellos, no me gusta que se bajen o me toque bajarme del micro cuando estoy al costado de alguien que conozco, no me gusta cuando las conversaciones terminan abruptamente.

Tengo un serio problema con todo lo que significa dejar atrás, no me molesta avanzar sin ello, el problema se da cuando me doy cuenta que el significado que esos momentos o experiencias, tienen para mí, va a cambiar. Sé que no me gusta decir adiós, pero sé también que no me cuesta tanto avanzar, lo difícil quizás no está en ver hacia delante, sino más bien en él voltear la mirada y darme cuenta que hasta ese momento lo que era presente se convierte en pasado.

No sé porque te explico estas cosas, si tú ya las sabes y es por eso quizás que nunca te atreves a dar por terminado nuestros proyectos, pero aun así no sé…

Me extraña no poder sentir la tristeza de un término, no me gusta sentir aquella esperanza que no me deja avanzar, me hablas de un continuará completamente indeterminado y no puedo quedarme contenta ni tranquila sin tener la certeza de que esto todavía no es pasado. No quiero aferrarme a tus palabras, no quiero tenerte confianza no quiero sentirme triste.

Es tan raro lo que me pasa contigo no puedo recordar tu cara, sé como son tus rasgos pero no puedo ordenarlos o ponerlos de tal forma que hagan un todo, lo mismo me pasa con la conversación que tuvimos, no sé cómo puedo articular tus palabras si no tengo ningún recuerdo claro, no tengo la certeza de que eres real o no.

Escucho de nuevo tus frases, veo tus manos, te siento cerca, te escucho de nuevo –no te quiero dejar de ver- frase que casi me robaste telepáticamente… pero aún así no pude decirte nada, te escuchaba y pensaba en qué decirte sin poder articular frases coherentes… ¿Qué decirte? ¿Todo esto realmente sucedió? ¿Qué debo hacer con todo esto? ¿Por qué simplemente no me dijiste que aquí terminaba todo?

Aunque odie y le tema a las despedidas creo que les tengo miedo porque sé que puedo avanzar sin mirar atrás, pero dime, ahora, en este caso ¿hacia dónde debo mirar?

¿Me explicas?

Pequeña Mostra (desde Croacia)