jueves, 28 de junio de 2012 | By: Abril

Noche de llanto


Hola
No sabes cuántas cosas he callado, todo lo que he hecho para seguir adelante, de cuántas cosas
me he convencido para tomar fuerzas y sacarte de mí. Tanto tiempo ha pasado, tanta distancia ha
existido y siento que todo mi esfuerzo ha sido en vano...Sigo extrañándote, llorándote, buscándote,
sigo amándote y como un tonto aquí estoy: esperándote.
Mi mente está convencida de que no te necesita, pero mi corazón en cada latido grita que te
necesita porque escucha tu nombre en cada lugar al que voy, recuerda tu rostro sonriente en cada
canción.
Quisiera que estuvieras, si no conmigo, como yo. Es muy egoísta de mi parte porque me he
enterado que tú si eres feliz, a pesar de no tenerme a tu lado eres feliz. Sonríes, te diviertes, no
necesitas de mí. No he podido superarte. Busco culpables, pero todas las flechas apuntan a mí…
Quisiera que volvieras, que estando frente a ti me dijeras: -Aquí estoy, he vuelto por ti porque te
amo y no imagino la vida sin ti-. Sinceramente ¿de qué serviría que lo hicieras? Ya pasamos por
esto y no supe seguir. Te hice sufrir. A mi lado eras infeliz.
Pido de rodillas y con lágrimas en los ojos que Dios te arranque de mi mente y de mi corazón pero
todos los días salgo al jardín miro a la Luna, imagino tu rostro y digo tu nombre y el mío en una
oración. Tanta incongruencia que quisiera olvidarte, pero al mismo tiempo, seguir llamándote.
¿Por qué me enamoré?, ¿por qué me ilusioné?, ¿por qué permití que destruyeras la barrera que
en tanto tiempo construí?. He salido más que nunca, me he reído y divertido hasta “morir”. No lo
he pasado nada mal, pero estoy cansado de fingir. Si por mí fuera, dormiría sin fin, porque en mis
sueños he hecho una vida contigo. Pero despierto y todo esta hecho trizas.
He cumplido mi promesa, me he mantenido firme y no es por el orgullo. En aquel momento decidí
que no buscaría a nadie porque estoy convencido de que te quiero a ti. Lamentablemente ese
sentimiento sólo está dentro de mí. A pesar de todo te entiendo y eso es lo peor de todo, porque no
existe nada que te pueda discutir. Ya no quiero llorar, pero tampoco he intentado dejar de hacerlo.
Siete meses han pasado y en mí sigues teniendo tu lugar. Empiezo a creer que me obsesioné y que
por este motivo no te quiero soltar…

TE EXTRAÑO

(Arturo A. Copete)
domingo, 10 de junio de 2012 | By: Abril

Te odio


Te odio
Estoy intentando escribirte una carta de amor pero soy incapaz. ¿Y si lo que pasa es que 'te odio', como tantas veces te he repetido por teléfono, mirándote a la cara o acurrucada entre tus brazos?
Te odio porque me haces reír cuando no quiero. Porque sabes evitar esa tonta discusión que luego hace que me duela la tripa.
Te odio porque eres capaz de soportar mis llamadas telefónicas para... nada, sólo quería hablar, ¿de qué? ... de nada... hablar por hablar.
Te odio porque no eres romántico y cuando ya no espero nada, apareces  con flores.
Te odio porque hasta durmiendo, tu mano encuentra lo que tiene que encontrar.
Te odio cuando me echas de menos.
Te odio porque me haces sentir flojera (y que me tiemblen las piernas), cuando me dices que me deseas.
Te odio porque mis legañas 'son perfectas', porque estoy 'divina sin maquillar' y porque 'recién despierta' estoy preciosa.
Sobretodo te odio porque haces que me muera de ganas por besarte.
Si quieres más 'te odios' ya te los digo por teléfono, mirándote a la  cara o acurrucada entre tus brazos.
¿Por qué 'te quiero'? Pues... no lo sé, porque en realidad como ves, tengo muchos motivos para odiarte. 
(Cristina)