sábado, 26 de febrero de 2011 | By: Abril

P.D.


Quiero partir de la verdad de que me he enamorado de ti.

Me he enamorado de la cotidianidad en la que vivimos, de esa cercanía a la que me acostumbraste sin siquiera proponértelo. Me he enamorado de saber que ya estás cerca de la casa y que pronto te sentiré a mi lado en la cama.

Me he enamorado de la manera en la que me miras y me tocas. Sí, me he enamorado de ti. Me he enamorado del plural, del “nosotros”.

Y aunque suene raro también me he enamorado de sistema que ideamos para mantenernos en contacto. Me he enamorando de todos los detalles que me has escrito, los secretos que me has contado y las fantasías que me has confesado.

Y me he enamorado de la idea de dejarme llevar por ti.

Me he enamorado de sentir tus labios en mi cuello y de que me muerdas en el hombro izquierdo.

Me he enamorado de nuestros domingos de fachas y nuestros sábados de siestas.

Me he enamorado de la idea de que seas ”el gran hombre, detrás de la gran mujer”. Me he enamorado de nuestros planes a futuro y de superar juntos el miedo al compromiso.

Me he enamorado de la idea de compartir un almuerzo cursi a la 1 de la tarde y despertarnos a la 1 de la mañana con ganas de comernos el uno al otro.

En resumidas cuentas Manuel: me he enamorado de ti, con todo el deseo que me cabe dentro, con toda la cordura que me queda y con toda la fe que puedo tener acumulada entre el pecho y el corazón de que todo saldrá bien.

(Jimena Ruiz)