lunes, 19 de julio de 2010 | By: Abril

Una carta sincera


Querido amigo:

Perdona que utilice este medio para comunicarme contigo con lo fácil que sería coger el teléfono que tan aliado nuestro fue durante un largo tiempo,o corto según se mire...
La cuestión es que hoy me levanté pensando en ti,nada excepcional si tenemos en cuenta que esta circunstancia se repite día tras día desde hace aproximadamente año y medio; pero en esta mañana otoñal nublada y ventosa parece que me siento en condiciones idóneas para escribirte y expresarte lo mejor que pueda cómo me encuentro después de nuestro alejamiento.

Sé que te cuesta ponerte en mi lugar y entender tantos interrogantes que han quedado suspendidos en el infinito y es lógico en cierto modo porque no he tenido la fuerza o el valor necesarios para mantener una conversación verbal contigo después de nuestro último encuentro,por ello pretendo plasmar en esta carta mi estado anímico actual que no es precisamente pletórico dadas las circunstancias que me rodean.
Sabes perfectamente cómo es mi vida,conoces al dedillo cada paso que doy porque has sido partícipe de ella intensamente durante todo ese tiempo precioso que has compartido conmigo aunque sea con distancia de por medio.Conoces como nadie mi inestabilidad,mi fragilidad,mis bajones anímicos,mis temores,mis cambios de humor motivados en parte a cambios hormonales y mis ciclotimias intratables.

Eres conocedor de todo cuanto ha acontecido en mi vida prácticamente desde mi infancia porque en nuestras conversaciones eternas hemos hablado absolutamente de todo ello.Desde el principio tuvimos una conexión mágica y maravillosa que me daba alas para explicarte con detalle cada episodio vivido por mí.En ti encontré a ese ser sensible,inteligente,espiritual y único que toda persona anhela tener cerca porque me reconfortabas con tus palabras,con tu capacidad de escucha y con el modo de compartir tus vivencias conmigo.
Día a día te fuiste haciendo imprescindible para mí,necesitaba de tus mensajes cargados de cariño,de nuestras interminables charlas por messenger y de tu llamada que llegaba casi siempre en torno a las 8 de la tarde y en la que ambos nos empapábamos de optimismo y de risas siempre presentes en cada una de nuestras conversaciones que por extensas que fuesen nunca se llegaban a hacer largas o pesadas pues estábamos ávidos de escucharnos y de compartir nuestras cosillas.

Tu voz...siempre fue poderosa para mí,desde el primer día que la escuché me produjo escalofríos y estremecimiento,voz profunda,bien modulada,de locutor nocturno...¿ recuerdas? hacíamos bromas sobre ello,te decía que debías haberte dedicado al mundo radiofónico en el que estoy convencida que te moverías como pez en el agua..
Por ello y después de nuestro alejamiento no he querido volver a escucharla porque me produce una mezcla de sentimientos difíciles de definirte,pero sin duda todos ellos muy ligados a mis capas más internas del almita que en estos momentos se encuentra en estado de letargo a la espera de la poción milagrosa que la cure y la restablezca.
Hace un par de días intercambiamos una serie de mensajes a través del móvil en el que volvimos a ser por unas horas los de antes,fueron momentos de sinceridad en los que parece que afloraron nuestros verdaderos sentimientos.Y es que permíteme que te diga que siento que entre nosotros hay un vínculo intangible que debe permanecer inalterable por los siglos de los siglos.El cariño que siento por ti es tan profundo y sincero que no hay nada en este mundo que lo pueda debilitar,ni aunque me sumergiera en la peor de las crisis existenciales dejaría de quererte con locura.

Pero es precisamente este amor tan puro que siento el que me ordena casi dictatorialmente que me aparte de ti,que no te haga partícipe de mis problemas,de mis angustias vitales ni de mis penas.Yo quiero verte feliz,necesito saber que estás bien,que no sufres por mi culpa pues sólo de pensar que te transmito mis pesares y malestar éstos se incrementan y nos metemos en un círculo vicioso del que me sería aún más difícil escapar.
Quizás no estoy siendo muy clara y concisa con esta carta y sigas preguntándote el porqué de mi distanciamiento aunque confío plenamente en tu intuición e inteligencia superlativas capaces de hallar cualquier incógnita.

Sólo te pido una cosa:
No dejes de comunicarte conmigo,sea por el medio que sea,pero no nos perdamos...puede que tú la veas una petición muy egoísta por mi parte y conozco perfectamente tu parecer en cuanto a mantener una amistad después del amor.Pero yo quiero hacerte meditar al respecto y te propondría que pensases que no se trata de pasar a ser amigos así sin más,sino de verlo como una transformación circunstancial del amor,al fin y al cabo los sentimientos son energía pura y ya sabes que existe una ley inexorable de la física que reza que "la energía ni se crea ni se destruye,solamente se transforma".

Para terminar déjame darte las gracias una y mil veces por tantas cosas buenas que has compartido conmigo,tengo grabados a fuego cientos de momentos únicos que me ayudan a esbozar sonrisas sólo con recordarlos.Nuestros paseos urbanos y playeros,nuestras comidas y cenas en el chinito olímpico,los baños marinos en la playa este pasado septiembre,tu alegría mientras te zambullías entre la espuma de las olas saladas,mis saltitos queriendo sortear a las mismas y mi lucha por no perder el biquini cuando venía alguna ola un poco más salvaje..también recuerdo tu carita de felicidad mientras escuchábamos las maravillosas melodías del maestro Phil Collins,o cuando compartíamos la mega tarrina de helado de vainilla con nueces de macadamia..
Son innumerables los momentos lindos e inolvidables que hemos compartido y que me dicen que no quiero que enterremos perpetuamente, todos ellos se van a quedar en mí "forever" y espero que también tengan un rinconcito en tu nostálgico corazón.

Te voy a escribir una canción de Ricardo Arjona que define y resume a la perfección lo que te he querido decir en esta carta:
ACOMPAÑAME A ESTAR SOLO.

Acompáñame a estar solo,
A purgarme los fantasmas,
A meternos en la cama sin tocarnos.
Acompañame al misterio
De no hacernos compañia,
A dormir sin pretender que pase nada,
Acompáñame a estar solo…
Acompáñame al silencio
De charlar sin las palabras,
A saber que estás ahí y yo a tu lado.
Acompáñame a lo absurdo de abrazarnos sin contacto,
Tú en tu sitio yo en el mío
como un angel de la guarda,
Acompañáme a estar solo…

Acompañáme
A decir sin las palabras
Lo bendito que es tenerte
y serte infiel sólo con esta soledad
Acompáñame
A quererte sin decirlo,
A tocarte sin rozar ni el reflejo de tu piel a contraluz,
A pensar en mí para vivir por ti,
Acompañáme a estar solo…

Acompáñame a estar solo
Para calibrar mis miedos,
Para envenenar de a poco mis recuerdos,
Para quererme un poquito
Y asi quererte como quiero,
Para desintoxicarme del pasado,
Acompáñame a estar solo…
Y si se apagan las luces,
Y si se enciende el infierno,
Y si me siento perdido
Sé que tú estarás conmigo
con un beso de rescate
Acompáñame a estar solo…


Esperando noticias tuyas me despido por ahora deseando que mis palabras te hayan emocionado y hecho meditar.
Un beso.

(De la red)
miércoles, 14 de julio de 2010 | By: Abril

Simplemente "Gracias"


Te escribo esto mientras apoyo el cigarro en un cenicero de cristal de esos que ponen en los cafés caros, solo que esto no es un café caro, es una triste y ruin buhardilla.

Huele a humedad y a té, miro a mi alrededor y veo que las cortinas tienen los bordes raídos y los cristales están sucios por la lluvia. No hay ni un solo mueble decente y los libros se apilan en montones por el suelo. De la lámpara del techo cuelgan todos esos sombreros que nunca te pones. El baño no tiene puerta y las fotos de las paredes no tienen marco. Puede parecer deprimente, pero me encanta porque si cierro fuerte los ojos puedo verte en cada uno de los rincones de esta habitación y entonces mi cerebro me proporciona las adoradas endorfinas que hacen que todo parezca un sueño, no, no cambiaría este lugar por nada del mundo.

Recojo mi cigarro y pienso en la felicidad, ese estado entre la satisfacción y la alegría, pienso sinceramente que soy feliz y pienso que soy feliz por ti y que si algún día tú te vas dejaré de ser feliz.

Mientras doy una calada me doy cuenta de que esta carta no es otra estúpida carta de amor, de esas que se nos amontonan en los cajones, esta es una carta de agradecimiento.

Gracias, gracias… por enseñarme que hay otra forma de querer, que amar no es sinónimo de amargura, que la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas, que se puede dar un beso lleno de ternura y un abrazo repleto de pasión, que podemos desnudarnos con la mirada sin ni siquiera tocarnos, que puedo viajar a los lugares más hermosos sin levantarme de la cama, solo con tu voz, que una mirada puede ponerte la piel de gallina, que llorar es divertido y a veces reír es muy triste, que el destino lo escribimos nosotros en el espejo del baño, que cantar en la ducha es la mejor terapia, que no hay ningún maquillaje capaz de pintar la alegría, que no importa lo que piensen los demás, que me puedo bajar del mundo siempre que tenga miedo, que las cicatrices nos hacen más fuertes, que el amor nunca se gasta, que cualquier día es bueno para demostrarte que te quiero, que las rosas solo son flores, que la vida es un juego y no gana el que llega más lejos sino el que juega mejor… me has enseñado tantas cosas que las palabras se amontonan incapaces de transmitir tanto sentimiento.

Apago el cigarro y pienso que las palabras no valen nada, que desaparecen con el tiempo, se borran, se olvidan, pero los recuerdos no, ellos permanecen siempre en nosotros, por eso pienso recordar cada día de mi vida que tú y solo tú me has enseñado a ser feliz.

Porque haces que la vida merezca la pena. Gracias.


(Marta Cardó Guerra,Primer Premio del I Concurso de Cartas de Amor, IES San Miguel de Meruelo, febrero de 2010)